Open Banking o banca abierta consiste, en primera instancia, en el intercambio de datos bancarios entre empresas (con aval del usuario) para crear mejores servicios para utilizar el dinero. Constituye un nuevo paradigma en relación a la información que le puede permitir a las entidades -tanto tradicionales como fintech- contar con la posibilidad de ofrecer productos acordes a cada cliente de manera más ágil y segura.

Para ahondar un poco más en el funcionamiento de esta modalidad, diremos que para que sea posible, los bancos deben ofrecer el acceso a los datos de los clientes a nuevas entidades a través de una interfaz de programación de aplicaciones (API) ya sea para recopilar información de transacciones o para realizar pagos.

De esta manera el tercero puede ofrecer el servicio de pago u ofrecer al usuario un nuevo servicio. Por ejemplo, si la información sobre el uso de una tarjeta de crédito de un cliente indica que la utiliza para pagar estadías en hoteles, el tercero puede ofrecer una aplicación nueva con las principales promociones hoteleras.

Lo importante es que es el usuario quien tiene el control sobre sus datos y decide a quién proporcionarle su información. La clave será entonces que las personas darán acceso a sus datos a las entidades que ofrezcan servicios innovadores y de calidad.

En este punto se ve reflejado el nuevo paradigma del cual hablamos en un principio: ya no es la entidad la única capaz de ver, controlar y gestionar los datos de los usuarios, sino que ahora son los mismos usuarios quienes toman ese liderazgo. Asimismo, como señala Pablo Ces, CEO de Flexibility,  “es también una oportunidad para las empresas del sector financiero, que deben proteger esa información y a partir de ella generar una oportunidad de negocio”.

Así es como esta nueva modalidad permitió que muchos bancos sin sucursal a la calle tengan las mismas (o incluso más) posibilidades de mercado que el resto de las entidades financieras. 

El crecimiento del comercio electrónico en Argentina está en alza. Según Americas Market Intelligence (AMI) se llegó a un 50 % de crecimiento en volumen de compras digitales en 2022, movilizando un total aproximado de US$11.000 millones, y se proyecta un crecimiento de más del 20% en 2023.

Y en cuanto a los medios de pago, la tarjeta de crédito sigue siendo mayoritario, con una participación del 63,2% en 2022, de acuerdo con los datos de Tiendanube. Sin embargo, el año pasado el uso del “dinero en cuenta” en las billeteras digitales o apps fintech (6%) superó por primera vez a la tarjeta de débito (5,8%), en una evolución vinculada con la mayor penetración de las nuevas herramientas financieras digitales y las funcionalidades de inversión, que permiten al usuario generar un retorno por sus fondos alojados en esas billeteras digitales.

Aterrizando en los requisitos básicos que cualquier entidad financiera debería considerar a la hora de ofrecer sus productos y servicios, los mismos deben estar centrados en beneficiar la experiencia del cliente (CX), y ésto, para los bancos, es una gran oportunidad para crear nuevas relaciones comerciales dentro del sector y crear nuevas formas de ingresos

Entre las principales ventajas encontramos las siguientes:

  • Productos y servicios adaptados. Cada día los clientes desean tener nuevas formas y servicios para suplir con sus necesidades. El Open Banking permite dar respuesta a esto con productos adaptados a cada persona, esto gracias a las APIs existentes y a las que puedan crearse.
  • Reducción en los tiempos.La llegada de nuevas tecnologías y aplicaciones le permite a los usuarios hacer un mejor uso del tiempo que empleaban en realizar una transacción. Por citar solo un ejemplo, los pagos en línea evitan el traslado a oficinas físicas, esto provee agilidad en las transacciones y una mejor experiencia para el cliente.
  • Incremento de la participación del cliente. Al implementar el Open Banking, los bancos no solo tendrán la capacidad de responder a las necesidades de sus clientes existentes, sino que pueden atraer a nuevos usuarios. La transformación digital del sector bancario ha abierto un mercado que se sentía obsoleto a una nueva generación de jóvenes que desean contar con los servicios financieros sin las ataduras que implicaba años atrás. De esta manera, el banco ya piensa en las necesidades de las personas para poder desarrollarse a futuro. 
  • Aceleración de la transformación tecnológica en el sector bancario. El Open Banking supone el desarrollo de las herramientas tecnológicas necesarias para la creación y mejora de los servicios ofrecidos. La Inteligencia Artificial y el Machine Learning han tomado protagonismo y han puesto a la industria tecnológica a trabajar en conjunto con las entidades financieras en busca de constantes innovaciones. Esto también puede impulsar la apertura de nuevas compañías tecnológicas que suplan las necesidades de los bancos.

Con todo lo expuesto, concluímos que contar con la tecnología necesaria para operar mediante el Open Banking y la posibilidad de ofrecer billeteras virtuales a tus clientes es, al día de hoy, una de las ventajas diferenciales para toda entidad financiera. 

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